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martes, 21 de diciembre de 2010

¿Qué hay después de la vida? ¿A dónde vamos?


El tema que les presento a continuación, probablemente creará polémica, especialmente entre los creyentes (católicos, evangélicos, protestantes, etc.), así que, déjenme decirles que lo que van a leer es tan solo mi reflexión, mi punto de vista, y mi opinión no tiene el ánimo de ofender a nadie en particular, simplemente busco respuestas, al igual que el 99% de personas que no nos consideramos ovejas de rebaño alguno, sino simples mortales deseosos de conocer los orígenes de la humanidad y el destino de nuestro espíritu después de la muerte.



Breve reflexión sobre nuestra existencia


Breve reflexión sobre nuestra existencia
Desde que tengo uso de razón he escuchado a los mayores hablar de la vida y desde entonces se que desde siempre, la raza humana ha buscado respuestas concretas a muchas inquietudes, unas con más énfasis que otras, pero siempre ha estado presente en el (consiente humano), conocer su origen. Tan importante es el tema que ha llevado a multitud de científicos a buscar respuestas; muchos lo encontraron en un libro, que para el 90% de la población mundial es el más grande de todos los tiempos, conocido como Biblia, en el cual en forma muy general y sencilla se manifiesta que el hombre es el producto de la creación divina; mientras que otros como Darwin, concluyó que el hombre es el producto de la evolución de la materia. A muchos no les interesa saber dónde se inició la existencia humana, se conforman con saber que una madre los parió y eso es suficiente, pero no podemos negar que es un tema que nos inquieta.

Profundizar el tema llevaría una vida entera tratando de encontrar la respuesta, lo único que me queda sin respuesta es que, si la humanidad es obra de Dios, quién es ese ser supremo, y al hacer esta reflexión no quiero una respuesta trillada, es el “Ser Supremo”, “Al hacedor de todas las cosas”, “el Dios divino”, o que “Dios es Dios y punto”; tan solo quiero saber, si Dios hizo el mundo, fue el creador de todo cuanto existe, ¿De dónde vino Dios?, ¿Quién fue su creador? O es que acaso salió de la nada y se convirtió así como por arte de magia en el gran hacedor de las cosas. Ante esta gran incógnita que muere con cada uno de los seres humanos.

Estuve leyendo un pequeño texto que me dejaron los Testigos de Jehová, una secta religiosa que inspira envidia y repulsión; envidia porque se ve cómo trabajan mancomunadamente como hormigas, para ver crecer su iglesia, pero repulsión porque más allá de trabajar por conseguir adeptos para su Iglesia, son gente que trabaja gratuitamente para que unos pocos vivan como reyes a costilla de sus súbditos; espero no se enojen por lo que digo, pero es la pura realidad; y, no crean que esto solo se da en la secta religiosa antes mencionada sino casi en todas, solo que en unas con mayor énfasis que en otras, así que ninguna se salva de usar este método para que vivan bien unos pocos y se sacrifiquen otros que son la mayoría.

Retomando lo del texto pequeño de formato como poemario de bolsillo, 223 páginas por mas seña, empecé a leer y me pareció interesante los temas que trataba. Su portada tenía impresa una Biblia Abierta y debajo el título del libro ¿QUÉ ENSEÑA realmente LA BIBLIA?; en su Capítulo 6 me llamó la atención el titular ¿Dónde están los muertos? Me llamó la atención y me puse a leerlo con mucha atención, pues quería ver que pensaban aquellos que lo escribieron y fue así que me fui metiendo en este tema y empecé a pensar y analizarlo, buscando respuestas, como era lógico, tome la Biblia y me puse a revisar desde el inicio del libro más conocido, respetado y popular del mundo cristiano.

A la par de la Biblia continué leyendo el pequeño libro y entre sus reflexiones me atrajo esta parte: “Cuando nos toca llorar la pérdida de seres amados, quizá pensemos: “¿Qué ha pasado con ellos? ¿Están sufriendo? ¿Nos cuidan de algún modo? ¿Podemos ayudarlos? ¿Los volveremos a ver?”” Fue entonces cuando me quedé pensando: ¿Qué hay después de la vida? Pero claro, primeramente habría que ver quiénes somos y de dónde venimos, para así arrancar con una respuesta concreta, aunque dudo que la haya.


Según Darwin y otros científicos, los seres humanos somos producto de la evolución; primeramente fuimos bacterias simples, que con el paso de los siglos fueron transformándose y mejorando su composición y de la unión de estas bacterias se fueron formando las plantas y animales unicelulares y que éstos a su vez, con el paso de los siglos fueron evolucionando a multicelulares y de acuerdo a sus características químicas y fisiológicas tomaron formas diversificadas, dando origen a nuevas formas de plantas y animales más complejas. Producto de estas evoluciones constantes se formó todo cuanto existe en el planeta tierra: plantas microscópicas, plantas pequeñas, medianas, grandes y gigantes, igual sucede con los animales, pero lo sorprendente de esta evolución es la aparición del hombre, que es producto de la evolución del mono.

Ahora, desde el punto teológico o religioso o de la Iglesia o como lo quieran llamar, el hombre fue hecho o creado por Dios, un ser supremo que no solo creó al hombre sino a todo cuanto existe en el universo (Cielo, tierra, agua, plantas, animales, día noche, luz, estrellas) (Génesis 1 y 2)

Si hiciéramos una encuesta dentro de un campus universitario para conocer lo que piensan sobre la aparición del hombre, dándoles las dos alternativas, seguramente ganará la primera exposición, o sea la científica, pero si la encuesta fuera hecha en una Iglesia cristiana, ganaría la segunda opción, o sea que el hombre es obra de Dios. Ahora qué respuesta darían los que creen los resultados de las investigaciones científicas pero que congregan a una determinada iglesia?

El hecho de establecer si somos hijos de Dios, producto de la evolución o colonia de habitantes de algún planeta de otra galaxia, seguirá siendo motivo de una discusión encontrada, pero tal vez con el tiempo podríamos tener. Los estudios científicos el descubrimiento de nuevas galaxias y con ellas de los planetas que conforman sus sistemas van abriendo nuevas puertas a las investigaciones científicas y seguro que los descubrimientos de este tipo están en pleno avance y con ello los resultados van siendo mucho más alentadores para descubrir planetas habitables y nadie descarta que en un futuro no muy lejano descubramos el hábitat de aquellos que por siempre nos han visitado.


Una pregunta que seguramente se hicieron muchos y murieron sin tener la respuesta que esperaban. Para unos somos hijos de nuestra madre y listo, para otros somos hijos de Adán y Eva y para otros somos el producto de la evolución, casi me olvido que para muchos somos la reencarnación de vidas pasadas concebida en una nueva vida.

Como se habrán dado cuenta solo he topado a dos nombres para dar la explicación a estas inquietudes: Darwin y Dios; Darwin porque, tal vez es el único que ha dado una concepción lógica de la evolución y Dios porque a través de la Biblia así expresa, ser el hacedor de todas las cosas.

Enfrentando las dos posiciones sobre la existencia del hombre, las dos son válidas desde el punto de vista de cada persona, porque su respuesta está determinada por sus creencias religiosas o científicas. Desde el punto de vista religioso, defenderán la posición de que vinimos desde los inicios de la humanidad cuando Dios hizo a Adán y Eva y que luego que ellos dos pecaran, fueron expulsados del paraíso y lanzados al mundo mortal, o sea la tierra. En este punto nos queda una inquietud, en la Biblia dice (Génesis 3:23) que fueron echados del paraíso de deleites, para que labrase la tierra, de que fue formado; podríamos decir que fueron sacados de un sitio maravilloso donde lo tenían todo al alcance de sus manos y requerimientos a otro lugar agreste para que labrasen la tierra y tengan los frutos para cubrir sus necesidades alimenticias; claro, en esta posición no estoy dando mi versión de los hechos la palabra, sino simplemente haciendo más sencillo la explicación.

Científicamente, la mayoría de personas que han cursado sus estudios superiores estarán de acuerdo en que somos el producto de la evolución, de ser unos insignificantes y microscópicas bacterias a lo que somos y nos rodea en nuestro planeta.

Y un tercer grupo, muy reducido y en el que me incluyo, que consideramos que formamos parte de aquellos seres que viajan por las galaxias, conocidos como extraterrestres; seres inteligentes que vienen de algún lugar en el gran cosmos y que descubrieron en la tierra el lugar adecuado para establecer la vida de la raza humana. Ahora viene ahí otra inquietud, si estos seres son tan inteligentes y con una tecnología muy avanzada, por qué dejaron a un grupo de humanos para que poblaran el planeta sin los recursos tecnológicos que ellos tienen?, acaso los humanos fuimos los desterrados del paraíso y dejados en este planeta como castigo. Podríamos decir que es más o menos como una isla donde están los condenados a cadena perpetua; entonces lo que dice la Biblia tal vez tenga algo de lógica en mi punto de vista. Quizá no fueron Adán y Eva o tal vez si, quienes fueron expulsados del planeta donde vivían y dejados en este planeta Tierra para que vivan sin las comodidades que brinda el suyo y que aquellos seres que los dejaron acá los visitaban para cerciorarse de que estuvieran pagando la condena a la cual fueron sentenciados, la diferencia radicaría en que en el planeta donde ellos vivían son seres inmortales, mientras que por la contextura de nuestra galaxia se da el proceso evolucionista, o sea nacer, crecer y morir; y, porque no decir que cuando morimos nuestro espíritu se traslada a ese lugar lejano de donde vinieron nuestros antepasados. Nadie puede decir que es una locura, solo que es una más de las tantas teorías que se han dado de la presencia de la humanidad en este bello planeta, que por cierto, lo estamos exterminando.

Ahora si revisan en la web algo relacionado con la desaparecida Atlántida, se dan muchas opiniones al respecto. Algunos dicen que fue una cultura muy avanzada tecnológica y científicamente, pero que por algún motivo desaparecieron. Este motivo bien pudo ser un gran terremoto que movió a tal magnitud las placas terrestres y dejó bajo el agua parte o un continente entero donde se asentaba la gran Atlántida, llevándose con ellos toda su tecnología al fondo del mar y que los sobrevivientes fueron aquellos que como muchos ciudadanos de la actualidad, vivían fuera de la gran ciudad. Imaginémonos lo que sucedería si desparecieran las grandes ciudades, donde están ubicados los grandes centros de ciencia y tecnología y sobrevivieran los campesinos pobres que a duras penas saben que para labrar la tierra necesitan comprar o adquirir azadas, pero ellos no tienen ni la mas remota idea de cómo confeccionarlas, ni siquiera saben de qué materiales está hecho el metal que se usa para su confección, o sea la composición química, peor aún saben de dónde se obtienen los metales para su confección; se dan cuenta lo que pudo haber sucedido en aquellos tiempos, los sobrevivientes de la Atlántida fueron personas sin los mínimos conocimientos científicos, pero como es normal, siempre hay alguien que algo sabe y sino cómo explicar la arquitectura imponente en las construcciones que desde aquellos tiempos aun sobreviven, desafiantes al paso del tiempo y a los fenómenos naturales.

Entonces los Atlantes no fueron unos expulsados del paraíso, nada mas porque sí, sino que fueron dejados en este planeta para que formaran una nueva colonia, que con el paso del tiempo llegaron a formar una comunidad increíble asentada en esa fortaleza llamada Atlántida, pero que algún fenómeno natural o provocado, tal vez por ellos mismos, los terminó llevando al fondo del mar.

Tantas teorías que se podrían presentar al respecto, pero hay otras que nos quitan esas dudas, muchos recordarán las novelas del escritor Julio Verne, autor de “La vuelta al mundo en 80 días”, “viaje al centro de la tierra”; si analizamos estas dos obras, recordaremos que él hablaba de una nave voladora donde viajaron alrededor del mundo cuando en aquellos tiempos, ni siquiera el globo aerostático se había inventado, sin embargo se cumplió, muchos años después el hombre inventó el avión y un buen día un visionario se propuso dar la vuelta al mundo y lo logró, si este escritor o novelista o como quieran llamarlo, acertó con esta historia, por qué no pudo también acertar con “viaje al centro de la tierra”, pues creer o no creer, y que tal si Verne hubiese acertado nuevamente en eso?, que tal si en realidad existe vida en el centro del planeta y no es una masa de metal fundido como nos quieren hacer creer?, hago esta reflexión porque existen documentos que lo prueban, sino busquen la web sobre “La tierra hueca” y se llevarán una gran sorpresa, pero les voy a poner mucho mas fácil, les daré la web exacta donde pueden consultar al respecto www.locurasyverdadesqueduelen.blogspot.com y sea usted mismo quien saque las conclusiones sobre esta realidad innegable que por los siglos han permanecido ocultos ante los ojos de los habitantes que viven sobre el planeta tierra, entonces sabrán que la tierra no tiene polos sino que son entradas al gran mundo interno de la tierra; para los que son creyentes y tienen una biblia consulten. El apóstol San Pablo escribió lo siguiente: "10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesús, el Cristo, es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:10-11). En estas palabras del apóstol Pablo se mencionan a los seres que viven en LOS CIELOS, es decir, los extraterrestres que viven fuera de la tierra, a los seres que vivimos en la tierra, es decir, a nosotros, y a los seres que viven DEBAJO DE LA TIERRA, es decir, a los intraterrestres, todos estos seres inteligentes confesarán un día que Jesús es el Señor, y se arrodillarán ante él. Así que como vemos somos tan solo un pueblo de los tantos que existen en el mundo, echemos una mirada a estos pasajes bíblicos: Apocalipsis 5:3 y 5:13 y veremos que también menciona a los habitantes de fuera de la tierra (extraterrestres), sobre la tierra (nosotros) y debajo de la tierra (intraterrestres).

Podrán también descubrir que existen muchas entradas, a lo largo de todo el mundo, para llegar donde habitan seres superiores a nosotros en conocimiento, miles de años adelantados en la ciencia y tecnología.

Bueno, para que seguir con estas historias, considero que algo se ha dicho ya sobre quiénes somos.


Muchas versiones se dan sobre esta pregunta que por miles de años se ha hecho el ser humano, tal vez desde los inicios de la vida misma y que para buscar esa tan anhelada respuesta, incluso, se han creado especialidades científicas, que de alguna u otra manera se preocupan por descubrir lo que pasa después de la muerte.

Las diferentes religiones intentan, cada una a su manera, dar una respuesta a esta inquietud. Para unas, luego de que el cuerpo muere, el espíritu, si ha sido bueno, irá al cielo y si ha sido malo al infierno a pagar su pena en las llamas del fuego eterno, para otras religiones, luego que muere la carne, el espíritu vive entre nosotros, solo que en otra dimensión; se habla de una tercera y cuarta dimensión, o sea otros mundos en uno solo, o mundos paralelos como se los llama. Para otras religiones, luego que se muere el espíritu se reencarna en otro ser que en ese momento nace, pudiendo ser este ser humano o cualquier otra especie (como por ejemplo en mono, gallina, perro, caballo, elefante, pájaro, etc.) Otras religiones más drásticas, consideran que cuando muere el ser humano, simplemente muere, desaparece de la faz de la tierra y nada queda de él, o sea desconocen que exista el espíritu o el alma como muchos la llaman.

Personalmente, considero que hay vida después de la muerte, no me consta haber visto espíritus o fantasmas, pero que los hay los hay porque se ha demostrado a través del tiempo; investigadores, periodistas y personas comunes y corrientes han tenido esa gran oportunidad de ver y algunos de ellos incluso intercambiar palabras a través de diferentes formas (escritas o sonoras). Estos acontecimientos han sido publicados en diferentes medios de comunicación, especialmente televisivos.

Desde esta perspectiva real, no es nada incierto que los espíritus vivan o convivan con los vivos y que por tal o cual circunstancia no hayan partido a su destino final.

Pero si hacemos un paréntesis a lo anteriormente dicho, si de verdad viven o no entre nosotros, si van al cielo o al infierno o si desaparecen para siempre, nos queda la gran inquietud sin respuesta determinante y definitiva que nos diga, qué mismo sucede con los seres humanos o mejor dicho con los seres vivos, porque si nos apegamos a los que dice el libro más famoso del mundo “La Biblia”, todos somos producto del gran hacedor de todo cuanto existe: cielo, tierra, plantas, animales, agua y tierra. Si así fuera, entonces todos los seres vivos deberían tener un alma o espíritu y cuando mueren este debería ir a algún lugar, pero por qué solo los humanos nos consideramos ser los únicos en tener este ser invisible que luego de la muerte de la carne se desprende del cuerpo inerte y se va a donde ha sido designado por el ser supremo “Dios”.

Seguramente este sería un tema para discusión sin fin, pues muchos dirán que por el mismo hecho de haber sido creados por Dios a su semejanza, somos los privilegiados de tener espíritu, otros en cambio dirán que todo cuanto existe fue hecho por Dios y que todos tienen el mismo destino, porque si el hombre “Adán” fue hecho de polvo, tierra o barro, que al final es lo mismo, seguro que los animales y las plantas también fueron hechos del mismo producto pues cuando mueren se convierten en polvo o tierra.

Criterios encontrados se dan al respecto, para algunos el cielo y el infierno está entre nosotros mismos, se dice que estamos en el cielo cuando vivimos una vida plena, con alegría, salud buena, trabajo estable, negocio productivo, una pareja comprensible (el hogar marcha bien). Se dice que estamos en el purgatorio, cuando tenemos algo pero nos falta otro, y que estamos en el infierno cuando todo nos sale mal, si no es el padre o madre de familia es un hijo, el padre o madre el que se enferma, sufre un accidente, para colmo pierde su trabajo, y de paso los dueños de lo ajeno entran a su casa y se llevan todo, para completar su infierno, el médico le diagnostica que tiene VIH/SIDA o cáncer terminal de alguna parte de su cuerpo.

Con este criterio o pensamiento se identifican, inconscientemente, en la actualidad la mayoría de la humanidad, nada mas escuchar una conversación cualquiera y de cualquier tipo y escuchamos, “estoy viviendo un infierno, mi suegra está de vacaciones y se quedó en mi casa” o la típica de actualidad “Estoy viviendo un infierno, mi hija de 14 años resultó embarazada”, o sea, todo lo malo que sucede en nuestras vidas o con quienes nos rodean se lo empaqueta al máximo sufrimiento y para completar se dice “Qué habré hecho de malo, que ahora estoy pagando así”, es el cierre perfecto a cualquier complicación. Ahora lo contrario, para decir que está en el cielo, “hoy me encontré con la fulana de tal, me dio un beso que me llevó al cielo” o la típica “estoy de maravilla, todo me sale a pedir de boca” y para cerrar con broche de oro se menciona “gracias Dios mío por todo lo que me has dado”

Mientras más leamos la Biblia (Génesis 1 y 2), más dudas salta a la vista, más inquietudes deja en la mente de los seres humanos que buscamos respuestas concretas, no solo en la Biblia que para mi punto de vista no es completa; nadie niega que es el libro más famoso del mundo por su contenido y su importancia para la humanidad cristiana, sino que hay que ir más allá, hay que considerar también los acontecimientos que se han registrado a lo largo de la historia del hombre y el avance científico. Si pensamos en lo que dicen los científicos que han investigado tanto sobre la historia del mundo o universo, entonces ¿Dónde queda la creación divina?, entonces ¿dónde quedan los cientos o miles o tal vez millones de planetas descubiertos en nuestra y otras galaxias?

Si fuera verdad que existen los extraterrestres, acaso no habría que preguntarse ¿De dónde vienen? O no les parece lógico asociar a estos seres con los que habitamos la tierra y considerar que fuimos parte de su raza y que nos trajeron a este planeta que seguramente descubrieron, entre los tantos viajes interplanetarios que realizaron, y que consideraron habitable. No es descabellado creer esto, pero, tampoco es descabellado considerar que venimos de los simios, que evolucionaron y se convirtieron en seres inteligentes porque los primeros seres evolucionados lograron desarrollar un grado de inteligencia tal que les permitió darse cuenta que podrían conseguir mejores formas de vida haciendo cosas diferentes a las de sus ancestros.

Seguramente se habrán olvidado que el tema central era ¿Qué hay después de la vida? Entonces, significa que nos estamos apartando del análisis del tema, pero que fue necesario adentrarnos un poquito en la formación de la vida o mejor dicho aparición del ser humano en la tierra, así tener una idea aproximada de lo que tratamos de averiguar y por qué.

En Génesis 2:7, dice textualmente “Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, e inspiróle en el rostro un soplo o espíritu de vida y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.” Aquí la primera inquietud respecto del ser humano: si dice que antes de hacer al hombre ya hizo Dios a los animales, plantas, bestias y todo, no dice en ninguna parte que hizo solo machos, sino que se sobre entiende que hizo macho y hembra, entonces eso quiere decir que si Dios hizo al hombre a su semejanza, entonces en su reino no existen hembras o mujeres sino solo hombres (Ángeles, Arcángeles, Jesucristo y Dios); si ya hizo a los animales, las bestias, las plantas de tal manera que se procrearan, imagínense, todo el paraíso iba a estar lleno de animales, plantas, bestias y todo tipo de bichitos y Adán tenía que gobernarlos a todos, desde mi punto de vista humano creo que sería imposible, pero hacía falta alguien que le haga compañía, según dice en la propia Biblia (Génesis 2:18) Irónicamente tuvo que ser una hembra o mujer, por qué si hizo a Adán a su semejanza y del lodo de la tierra, no le hubiese sido tan complicado hacer otro igualito y listo, ya tenía Adán otro ser semejante a él para que no esté solo, pero dice en la Biblia (Génesis 2: 21 y 22) que lo sacó de su cuerpo, o sea de una costilla de Adán formó Dios a una mujer a la cual Adán la llamó Eva y dice a continuación (Génesis 2:24) “Por cuya causa dejará el hombre a su padre y a su madre, y estará unido a su mujer; y los vendrán a ser una sola carne.”¿Acaso usted nunca se ha preguntado a cuál padre y a cuál madre se refiere? Si se supone que apenas había hecho a Adán y a Eva. Además, aún no habían pecado porque no habían comido del fruto prohibido; si ya en ese momento hablaba de procreación, entonces cómo se explican que hablaban de unión carnal, de vida en pareja como marido y mujer; entonces de qué pecado se habla que cometieron.

Como hemos visto en este corto análisis, apenas iniciamos a leer la Biblia ya nos quedan vacíos, que seguramente para aquellos que se consideran eruditos en el conocimiento e interpretación de la palabra bíblica habrá algunas explicaciones que lleven a tener una idea clara de los sucesos, pero solo es eso…. Interpretaciones o mejor dicho lo que estos eruditos creen que es, o puede ser, pero nunca se dirá que eso es así y todo el mundo diga sí, eso sí es verdad porque todos podemos ver o estamos convencidos que así es.

Después de la vida de carne, habrá otra vida en el más allá o en este mismo mundo, en otra dimensión, o nos reencarnamos o simplemente morimos y se terminó el cuento, nadie lo sabe con exactitud; lo de Dios y la ciencia, dejemos para tratarlo en otro capítulo aparte.

Queda casi claro que después de de la muerte algo sucede, nadie lo niega; mi abuela juraba que después de muerta su hija la vio pasar caminando por el patio de la casa y cuando ella intentó acercarse, ella (la hija muerta) esbozó una sonrisa y desapareció de su vista. Comentaba mi abuela que lo mismo sucedió ocho días después de muerto su esposo, ella sintió cómo abrió la puerta de la casa, entró y se acostó a su lado, aseguraba que sintió el bulto acostado a su lado y hasta escuchó un suspiro, pero cuando intentó tomar contacto con él, desapareció. Conste que sólo estoy refiriéndome a lo que experimentó mi abuela, ahora si se investiga estos casos, vamos a encontrar millones en todas partes.

Los entendidos en psicología seguro dirán, que esos son casos de psicosis que la persona vive o experimenta por los sentimientos que siente la persona ante la pérdida de un ser querido o algo parecido y seguro hablarán de neuronas y tanta vaina, pero que algo existe de verdad en estos sucesos es innegable.

Se han producido películas y documentales sobre estos hechos, que los podemos llamar aislados, pero que buscan explicaciones.

Muchos y entre ellos yo, estamos de acuerdo que después de la vida no hay cielo ni infierno, pues estos dos casos opuestos entre si son parte cotidiana de nuestra vida carnal, aquí y ahora usted, sus seres queridos y el resto de seres humanos estamos viviendo un infierno o gozando del cielo o más conocida como felicidad, no hay clases sociales, raciales y otras tantas diferencias de humanos que no estemos dentro de estas dos formas o circunstancias de vida, porque no crean que por el hecho de tener dinero a montones, carro y casas de lujo, no sufran o sean infelices; les puedo asegurar que los ricos son los que más sufren, o mejor dicho son los que viven un infierno cotidiano, porque ni siquiera pueden pasear tranquilos por las calles sin que anden preocupados porque de pronto asome un asaltante, ladrón o secuestrador. En pocas palabras el rico anda preocupado porque el pobre le puede robar, asaltar o secuestrar por su fortuna, mientras que el pobre anda preocupado pensando cómo llevar el pan a la mesa de su familia; que ironía, pensar que las dos partes sociales sean complementarias.


Para explicar lo que significa la palabra muerte, he tomado el diccionario, pues no quería errar en su concepción. “Muerte.- Cesación o término de la vida”; la muerte, simplemente es el fin de la existencia del ser vivo, no habla explícitamente del ser humano, sino de todo, por ello el término general “fin de la vida”. Esta es una etapa por la cual debe pasar todo ser vivo: planta, animal, bacteria, microorganismo, aves y por supuesto, el ser humano, todos sin excepción deben pasar por este proceso evolutivo de la madre naturaleza.

Bíblicamente, la muerte es explicada en Salmos 145:4 “Saldrá su espíritu del cuerpo, y volverá a ser polvo; entonces se desvanecerán como humo todos sus proyectos” No difiere mucho del concepto que anteriormente vimos en el diccionario, con la sola diferencia, que aquí nos habla de algo más que el fin de la vida; cuando dice que el inicio del proceso de la muerte se da con la salida del espíritu. Para tener una idea clara del su significado, nuevamente acudo al diccionario y lo que veo me deja un tanto confundido, “Espíritu.- Teológicamente. Sinónimo de Alma, energía, don, ingenio, principio, moral. //1.m. ser inmaterial y dotado de razón. // 2. Alma racional. // 3. Don sobrenatural y gracia particular que Dios suele dar a algunas criaturas. ESPIRITU de profecía. // 4. Virtud, ciencia mística. // 5. Vigor natural y virtual que alienta y fortifica el cuerpo para obrar. Según entiendo, es gracias al espíritu que los seres humanos tenemos la vitalidad para obrar, pensar, razonar, entonces también tienen espíritu los monos, los perros, los gatos, las aves, pues también ellos, como parte de la especie animal, piensan, razonan y actúan, la única diferencia entre la especie animal y el humano, es que tenemos la capacidad de variar en nuestras actuaciones por el mismo hecho de ser una especie más evolucionada. Según investigaciones científicas se ha determinado que incluso una simple bacteria piensa y actúa de acuerdo a su conveniencia “evoluciona” para adaptarse a un nuevo medio de vida, caso específico, el virus de la gripe, tan antiguo como la humanidad y entre nosotros, se imaginan si esta bacteria no evolucionara ya hubiese desaparecido hace siglos, pues sabemos que su presencia y hábitat es épocas frías, pero al llegar a la época de calor debería desaparecer, sin embargo, continúa ahí entre nosotros y gracias a su evolución sobrevive, incluso, a los medicamentos más fuertes y sofisticados creados para destruirla.

No es mi intención crear malestar entre aquellos que se apegan a la ciencia y a quienes toman como definitivo la palabra bíblica, pero es importante hacer análisis desde los dos polos opuestos y digo opuestos porque mientras teológicamente se afirma que la muerte del ser humano es a causa del pecado, o sea, la muerte es la pena que debemos pagar por el pecado cometido por Adán y Eva, cuando comieron la fruta del árbol prohibido (del mal, el bien y la sabiduría), pero que les llevaría a la muerte. Científicamente, la muerte es parte de la evolución natural del ser vivo; y, eh aquí la controversia, si tan solo Adán y Eva comieron del fruto prohibido que les causaría la muerte, ¿Por qué, entonces, tienen que morir los demás seres vivos que habitan en el planeta Tierra? ¿Por qué ellos no tienen vida eterna? ¿Acaso no vino Jesús (Dios encarnado) a la tierra para morir y librarnos de nuestros pecados? Entonces, ¿Por qué seguimos muriendo?, otra inquietud que me deja sin respuesta, si tan solo fue Adán y Eva los que pecaron, ¿Por qué tiene que morir los animales y las plantas?, ¿Qué pecado cometieron ellos para que tengan que pagar con su vida?


La Biblia, sea ésta católica o evangélica, habla de la resurrección de la carne con la venida del salvador Jesucristo. ¿Cuándo será eso? Nadie lo sabe porque no quedó escrito en documento alguno. Pero ¿qué hay de verdad en eso? Solo están los relatos de los apóstoles que hablan de la resurrección (Juan 14:13-44), (Juan 5:28, 29), (Lucas 12:32), (I de Corintios 15:51-55).

Sin ser loco o futurista o creyente de los famosos extraterrestres, que para muchos existen y para otros es pura fantasía de algunos locos y desquiciados, me atrevo a decir que no existe tal resurrección, sino que, el espíritu viaja hasta el lugar de donde vinieron los primeros habitantes de este planeta.

La resurrección como tal no se puede entender sólo como el salir de los muertos de sus tumbas recobrando sus cuerpos orgánicos, que como muchos creen que sucederá. Muchos cineastas, basados en esta teoría han hecho películas donde se ve salir a los muertos de sus tumbas cobrando vida. Estas afirmaciones reza en la Biblia (Isaías 26:19) “Tus muertos, Señor, tendrán nueva vida; resucitarán los muertos míos por la justicia, (…)”. En otra parte de la Biblia (San Juan 5:28 y 29) dice: “(…) vendrá tiempo en que todos los que están en los sepulcros oirán la voz del hijo de Dios, y saldrán los que hicieron buenas obras a resucitar para la vida eterna; pero los que las hicieron malas, resucitarán para ser condenados.”

Luego de estas citas, me gustaría hacer una reflexión: ¿A dónde piensan meter tanta gente que resucite, si desde que se tiene conocimiento la humanidad está en la tierra hace 30 mil años antes de Cristo, solo imagínense, si tan solo resucitan las personas muertas de 100 años atrás se llenaría el planeta, eso significa que no quedaría un solo lugar donde pisar, entonces si resucitan los que murieron hace 30 mil años….. como dice la canción de Celia Cruz “No hay cama pa tanta gente” ¿A dónde van a ir?, eso por un lado, ahora pensemos que muchos cuerpos fueron convertidos en cenizas y lanzados al viento o tirados al mar, ¿Cómo se podrían volver a reencarnar?, ya se que los eruditos cristianos me dirían “para Dios nada es imposible” y yo sin pensarlo dos veces les respondería, “pues no parece” porque de ser así, nadie sufriría, no habría injusticia, los niños no morirían de hambre, la lluvia caería en los lugares donde se necesita para que la producción no se vea afectada por la sequía, bastaría un solo gesto divino para que las cosas marchen de maravilla en el mundo; aquí nuevamente me dirían: “Es que Dios no se mete en la vida de nadie porque él dejó que viviera a su libre albedrío”, entonces, si Dios permitió eso, ¿Por qué se habla de pecado?

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