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martes, 14 de diciembre de 2010

La cueva de los tayos

Aquí les presento un tema que seguro les resultará una fábula o una historia de ciencia ficción, porque en nuestro inconsciente está ser incrédulos, por naturaleza preferimos ser ciegos a la realidad en que vivimos; lo obtuve de la web grupoelron.org,  consideré que sería bueno compartirlo con ustedes. A continuación su contenido.






TAYO (“steatornis caripensis”)



HOMO SAPIENS NEANDERTHALENSIS






En esta caverna, llamada “Cueva de los Tayos”, Juan Moricz pasó sorpresivamente, a través de una puerta dimensional, a un universo paralelo, donde estuvo 15 días con sus habitantes neandertalenses, pero no pudo asimilarlo y como consecuencia su decodificador borró todo lo sucedido.




El astronauta Neil Amstrong, el primer humano en pisar la Luna, participó de una expedición que se realizó a la Cueva de los Tayos en julio de 1976, donde participaron 120 soldados y científicos, se emplearon 20 toneladas en equipos y costó un millón de libras esterlinas (alrededor de 2,6 millones de dólares en esa época). Neil fue invitado a la misión por celebrarse el bicentenario de la independencia de Estados Unidos, permaneciendo en el lugar sólo por tres días sin encontrar nada que pudiese calificarse de extraordinario.


Fabulador crónico, Erich von Däniken fantaseó, en su libro El oro de los dioses, sobre las supuestas confidencias de Juan Moricz, que en realidad, después de su aventura en uno de los 22 universos paralelos, incluido el nuestro, quedó poco menos que amnésico recordando lo sucedido como en un borroso sueño..



Las planchas metálicas conteniendo los ideogramas indescifrables que Juan Moricz trajo del universo paralelo fueron sustraídas por los Hombres de negro –¿cuándo no?– y en la actualidad están arrumbadas en un armario dedicado a los trastos viejos en el Área 51.





La historia conocida


La Cueva de los Tayos: el enigma
de una civilización intraterrestre
A una altitud aproximada de 800 metros, en una zona montañosa irregular, en las faldas septentrionales de la Cordillera del Cóndor en Ecuador, se sitúa la entrada "principal", o más bien, la entrada "conocida" a este fascinante mundo subterráneo.
por: Ricardo González







Fue en 1969 cuando Juan Moricz, un flemático húngaro nacionalizado argentino, espeleólogo aficionado y experto en leyendas ancestrales, encaró este apasionante misterio del oriente selvático del Ecuador. Aunque Moricz no era el primero en tropezarse con el intrincado de túneles y galerías subterráneas que dan cobijo a los Tayos ¾aves nocturnas cuyos polluelos son muy codiciados por los indios shuaras¾, es innegable su valentía y arrojo al haber sido, sin duda, el primero en dar a conocer a nivel mundial la existencia de este sistema intraterrestre.

Leyendo tan sólo la acta notarial de su hallazgo, con fecha 21 de julio de 1969, en la ciudad costeña de Guayaquil, a cualquiera se le encrespan los cabellos frente a estas detonantes afirmaciones:

"...he descubierto valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la humanidad. Los objetos consisten especialmente en láminas metálicas que contienen probablemente el resumen de la historia de una civilización extinguida, de la cual no tenemos hasta la fecha el menor indicio..."
Frente a esto, es inevitable pensar en la posible relación entre las planchas que menciona Moricz -halladas en una cámara secreta de la Cueva de los Tayos- con las planchas metálicas de complejos ideogramas que han sido visualizadas en nuestra experiencia de contacto, aquella biblioteca cósmica que los Guías extraterrestres denominaron "El Libro de los de las Vestiduras Blancas".

Veamos a continuación los intrincados de este misterio -que palpita aun en la selva ecuatoriana- y cómo llegó Moricz a descubrir los túneles de esa esquiva humanidad subterránea.
UBICACION Y DESCRIPCION DE LA CUEVA
A una altitud aproximada de 800 metros, en una zona montañosa irregular, en las faldas septentrionales de la Cordillera del Cóndor, se sitúa la entrada "principal", o más bien, la entrada "conocida" al mundo subterráneo de la Cueva de los Tayos. El acceso consiste en un túnel vertical, una suerte de chimenea con unos 2 metros de diámetro de boca y 63 de profundidad. El descenso -no apto para cardíacos- se realiza con un cabo y polea. De allí, un verdadero laberinto se abre al explorador por kilómetros de misterio, que deben ser recorridos en la más absoluta oscuridad. Las linternas más potentes son nada ante semejantes galerías donde una catedral entera podría caber.

La Cueva es denominada habitualmente "de los Tayos" debido a que su sistema de cavernas es el hábitat de unas aves nocturnas llamadas Tayos (Steatornis Caripensis), que constituyen la misma especie que se ha hallado en otras cavernas de Sudamérica, como por ejemplo, los "guacharos" en Caripe, Venezuela. El estudio inicial de esta conexión intraterrestre entre especies de aves nocturnas lo abordó detalladamente el sabio alemán Alejandro de Humboldt, en su obra: "Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente" (1800). Es sumamente sospechoso que una misma especie de aves ciegas esté diseminada en diversas cavernas de Sudamérica. ¿Será que todos aquellos laberintos intraterrestres no son cavernas aisladas y guardan una conexión?

En las inmediaciones de la Cueva de los Tayos del Ecuador viven los Shuaras, quienes en el pasado fueron conocidos con el nombre "Jíbaro" -denominación despectiva para ellos-, famosos -también en el pasado- por su bravura y el arte de reducir cabezas. Ellos son los primeros exploradores del sistema subterráneo, ya que cada mes de abril bajaban a la cueva para hurtar los polluelos de los Tayos -que son más grandes que una paloma-. Y en medio de esta faena se toparon con una serie de sorpresas. La más resaltante, fue sin duda, el hallazgo de gigantescas huellas sobre bloques de piedra que, por sus ángulos rectos y simetría, sugieren un origen artificial. Moricz recogió estos relatos en su visita al oriente Ecuatoriano, pudiendo comunicarse sin mayor dificultad con los nativos gracias a su dominio del Magiar, un antiquísimo lenguaje húngaro similar al dialecto Shuar. Obviamente, Moricz sabía muy bien a qué blanco apuntar.

Desde 1950 seguía pacientemente la "pista" que lo podría llevar al reino subterráneo. Algunas fuentes, incluso, lo vinculan con una extraña orden esotérica húngaro-germana, hecho que podría explicar el profundo conocimiento esotérico que esgrimía en sus controvertidas entrevistas a los medios de prensa. Sea como fuere, Moricz estuvo en Perú, Bolivia y Argentina buscando estas entradas antes de llegar al Ecuador. En más de una entrevista subrayó lugares como Cusco, el Lago Titicaca y Tierra del Fuego, como los posibles lugares desde donde "se puede descender al reino subterráneo". Según él, la Cueva de los Tayos es sólo una de las tantas entradas a este mundo perdido, y lo más apabullante: que aun así, estaríamos hablando de un simple "arañazo" al mundo real de estos seres intraterrestres, que yacen a profundidades difíciles de alcanzar por el ser humano.
LAS PLANCHAS METÁLICAS DEL PADRE CRESPI
Pero la cosa no queda allí. Quizá una de las aseveraciones más inquietantes es la existencia de la presunta biblioteca metálica. De existir, y siempre bajo el testimonio de Moricz, allí encontraríamos registrada la historia de la humanidad en los últimos 250.000 años, una cifra que moviliza a cualquiera.

Un punto a tener en cuenta en relación a estas planchas, nos lleva en línea recta a los extraños objetos que en su momento custodió el padre salesiano Carlo Crespi, en el patio de la Iglesia María Auxiliadora de Cuenca. Los objetos habían sido encontrados por nativos quienes, en acto de amabilidad y gratitud, se los cedieron al padre Crespi para su custodia. Muchos de estos objetos -por no decir todos- posteriormente fueron robados. Si el padre Crespi aun estuviese con vida, quizá podríamos rastrear el origen exacto de tan enigmáticas piezas que parecían ser muy antiguas, mostrando indiscutibles ideogramas en relieve, una suerte de "código de información" o "escritura".

En 1976, en la primera página de la revista norteamericana Ancient Skies, apareció un revelador artículo del filólogo hindú Dileep Kumar, quien analizando los símbolos que se muestran en una de las piezas del padre Crespi -una lámina aparentemente de oro, de unos 52 cms. de alto, 14 cms. de ancho y 4 cms. de grosor- concluyó que los ideogramas pertenecían a la clase de escritura Brahmi, utilizada en el período Asokan de la historia de la India, hace unos 2.300 años... Cuatro años más tarde, el doctor Barry Fell -Profesor de Biología de la Universidad de Harvard- identificaba 12 signos de la lámina en cuestión con los propios signos empleados en el Zodíaco.
Y bien, teniendo en cuenta que estos objetos se hallaron en el Ecuador, no era descabellado darle al menos el beneficio de la duda a la biblioteca metálica descubierta por Moricz en la Cueva de los Tayos.

Todo esto no tardaría en atraer la atención de los cazadores de lo misterioso.
ERICK VON DÄNIKEN Y NEIL ARMSTRONG
Y la cosa se puso color de hormiga. Primero apareció en escena el famoso escritor suizo Erick Von Däniken, quien supo cautivar a Moricz para que le diese material fotográfico y la versión oculta de su hallazgo, hecho que fue espectacularmente explotado en el libro "El Oro de los Dioses" (1974), donde Däniken no sólo se limitó a fantasear con la versión original de la historia, sino, por si fuera poco, sostenía haber ingresado él mismo a la Cueva de los Tayos ¾en sus sueños¾ y haber visto con sus propios ojos la biblioteca metálica. El libro fue un bestseller mundial, vendiendo 5 millones de copias y traducido a 25 idiomas.
NI UN PESO PARA MORICZ.
El libro, cautivó de manera particular al lector europeo ¾Däniken incluyó fotografías del Archivo Moricz-Peña Matheus que mostraban el interior de las cuevas, e imágenes de la planchas metálicas del Padre Crespi¾, y fue así como el ingeniero escocés Stanley Hall contacta con Moricz para proponerle una expedición internacional a la Cueva de los Tayos. Moricz aceptó siempre y cuando él fuese el jefe de la expedición y que ningún objeto hallado en el mundo subterráneo podría ser retirado. Como era de esperarse, Hall no aceptó la propuesta. 
Inmediatamente desechó la presencia de Moricz en la expedición y se comunicó con el Gobierno de Inglaterra. Resultado: En julio de 1976 se llevaría a cabo una expedición Ecuatoriano-Británica, con un intimidante personal militar y científico y, para añadir la cereza a la torta, la presencia del astronauta norteamericano Neil Armstrong.

Desde luego, esta no sería la primera incursión del astronauta en un lugar donde "las papas queman". Recordemos tan sólo sus frecuentes visitas a Paysandú, Uruguay, debido a la intensa actividad Ovni en la estancia de la Aurora -popularizada por el escritor brasilero Trigueirinho-. El mismísimo dueño de la estancia donde ocurrieron los hechos, Angel Tonna -con quien tuve la oportunidad de compartir en su casa de Paysandú en 1999- aun recuerda las visitas de Armstrong quien, además, le confió en su propia estancia de Uruguay que la misión Apolo XI de 1969, enfrentó un encuentro cercano del Tercer tipo en la Luna.
¿UN PLAN SECRETO?
Las investigaciones Ecuatoriano-Británicas se desarrollaron por 35 días, instalando un generador de electricidad en el campamento base, a escasos metros de la boca misma de la Cueva, descendiendo a diario a las profundidades para desarrollar sus "investigaciones geológicas y biológicas". Según el informe final, la comisión de estudiosos concluyó que la Cueva de los Tayos no tenía origen artificial, y que no existían indicios de trabajo humano. Todo lo había hecho la naturaleza...

Una conclusión desconcertante teniendo en cuenta los claros dinteles y bloques de piedra que se pueden encontrar en el sistema intraterreno, muy similares a los que halló, paradójicamente, el equipo de arqueólogos de la expedición a mitad de camino entre el campamento base y la unión del río Coangos con el Santiago. Hallaron un muro megalítico de aproximadamente 4,50 metros de largo por 2,5 metros de alto.

El espeleólogo argentino Julio Goyen Aguado -presente en las primeras expediciones a la Cueva de los Tayos, incluyendo la incursión ecuatoriano-británica- sostenía que la expedición de 1976 fue financiada por la Iglesia Mormona, ya que las planchas metálicas que aludía Moricz recordaban las propias planchas de oro que recibiera el profeta Joseph Smith de manos del ángel Moroni. 
Teniendo en cuenta diversas leyendas mormonas apuntan a que los citados registros estarían ocultos actualmente en algún lugar de la cordillera de los Andes, es curioso notar que la zona donde se ubica la Cueva de los Tayos se denomina "Morona", similar al nombre del "enviado" que contactara a Smith. Sea como sea, Aguayo -ya fallecido- sospechaba que Stanley Hall pertenecía a los Servicios Secretos del Reino Unido, además de formar parte de la masonería inglesa, sumamente interesada en encontrar la biblioteca metálica. Neil Armstrong, y recordemos bien esto, también era masón.

No obstante a todo ello, aunque el tema de la biblioteca metálica ha atraído a muchos buscadores, en verdad este tesoro oculto despistó a quienes se embarcaban en su busca del verdadero secreto del mundo subterráneo: aquellos seres que grabaron las planchas.

A fin de cuentas, el informe de la Expedición echó por tierra el verdadero secreto que yace en la Cueva de los Tayos, mientras a mitad de todo el jaleo, se llevaban cuatro cajas selladas de madera que no permitieron abrir a los shuaras, quienes se sintieron engañados y estafados. Hoy en día recuerdan claramente aquel triste episodio. Los nativos piensan que se llevaron "algo" de las cuevas... Cuando Neil Amstrong salió de la Cueva de los Tayos -donde permaneció tres días- declaró a los medios de prensa que su visita al mundo subterráneo había superado su vivencia en la Luna (!). Saquen sus conclusiones.






La historia verdadera

ABSORBIDO POR UN UNIVERSO PARALELO


La sorprendente aventura de Juan Moricz en la Cueva de los Tayos.

Estimado profesor Velmont: Quisiera que le preguntara a los Maestros de Luz sobre cuál es el secreto, si es que hay alguno, de la Cueva de los Tayos, en Ecuador. Su descubridor, Juan o Janos Moricz, dice lo siguiente al respecto:

"He descubierto, en la región Oriental, provincia de Morona-Santiago, dentro de los límites de la República del Ecuador, objetos preciosos de gran valor cultural e histórico para la humanidad, que consisten en láminas metálicas que elaboradas por el hombre contienen la relación histórica de toda una civilización perdida de la cual el género humano no tiene memoria ni indicio todavía. Tales objetos se encuentran agrupados dentro de variadas y distintas cuevas, siendo de diversas clases en cada una de ellas. He realizado el descubrimiento de manera enteramente fortuita, en circunstancia en que, en mi calidad de científico, investigaba aspectos folklóricos, etnológicos y lingüísticos de tribus ecuatorianas. Los objetos por mí descubiertos tienen las características siguientes, las cuales he podido constatar personalmente: Uno: Objetos de piedra y metal en distintos tamaños, formas y colores. Dos: Láminas de metal grabadas con signos y escritura ideográfica, verdadera biblioteca metálica que contiene la relación cronológica de la historia de la humanidad, el origen del hombre sobre la Tierra y los conocimientos científicos de una civilización extinguida."

La Cueva de los Tayos está considerada como uno de los lugares más enigmáticos de la tierra. De este laberinto subterráneo se ha hablado mucho, también escrito, pero poco se sabe sobre los misterios que oculta.

Erich von Däniken, el conocido escritor suizo, fue quien más hizo por divulgar la existencia de estas cuevas a partir de un húngaro nacionalizado argentino, Juan Moricz.

Éste afirmaba que allí, bajo la selva, existía una verdadera biblioteca de placas metálicas repletas de intrigantes inscripciones jeroglíficas o ideográficas. Cada una contenía una parte de la historia de la Humanidad que sería capaz de revolucionar todos los conocimientos sobre nuestros orígenes y futuro.

La existencia de tales placas está rodeada de muchísima confusión, particularmente porque al parecer Moricz mantenía en secreto la localización exacta de un recinto subterráneo denominado "La Biblioteca", y por otro se hablaba de la existencia de una raza de humanoides habitando aquel "mundo intraterrestre" -como solía decir-, una raza alienígena que milenios atrás llegó a nuestro planeta.

A todo esto se agrega una expedición realizada en el año 1976 por Stanley Hall, un científico escocés, de la que participó también el astronauta Lunar Neil Amstrong, y de quien dicen que se llevó cuatro cajas misteriosas, herméticamente selladas, sin que se supiera qué es lo que en verdad contenían.

Angélica C.


RESPUESTA
Apreciada Angélica: Te voy a resumir rápidamente todo este asunto para que tengas una idea clara de lo que le sucedió a Juan Moricz en la Cueva de los Tayos: mientras investigaba los túneles de pronto pasó sorpresivamente a un universo paralelo a través de una puerta dimensional o cuántica, donde tomó contacto, durante dos semanas, con seres Neandertal evolucionados.

Cuando regresó a este universo, obviamente ayudado por esos seres, su decodificador mental se alteró por la inesperada experiencia, y al no poder asimilarla la rechazó, sintiendo lo vivido como una especie de sueño. A partir de aquí simplemente distorsionó todo.

Al pie te copio la sesión donde consulté el tema con el Maestro Ron Hubbard, quien lo dejó perfectamente aclarado.

Bienvenida al club. Un fuerte abrazo.


Horacio Velmont.

SESIÓN DEL 7/6/05
Médium : Jorge Olguín.
Interlocutor : Horacio Velmont.
Entidad que se presentó a dialogar : Ron Hubbard, fundador de Dianética y Cienciología.
.
Interlocutor: Paso al siguiente tema, la Cueva de los Tayos, que usted ya me había dicho que había una puerta dimensional.


Ron Hubbard: Correcto.


Interlocutor: Bien, leo el texto sobre el tema para que quede grabado. El asunto es así:


En 1969, alguien llamado Juan Moricz, un espeleólogo aficionado, investigó en Ecuador una caverna llena de túneles y galerías subterráneas llamada "Cueva de los Tayos" en razón de que en ella se encuentran precisamente una especie de aves nocturnas llamadas así.

En el acta notarial en la que Juan Moricz dejó sentado su hallazgo, con fecha 21 de julio de 1969, en la ciudad costeña de Guayaquil, dice que "he descubierto valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la humanidad. Los objetos consisten especialmente en láminas metálicas que contienen probablemente el resumen de la historia de una civilización extinguida, de la cual no tenemos hasta la fecha el menor indicio.".

Ron Hubbard: Hay puertas dimensionales producidas por los "vortex" que no solamente permiten trasladarse en el tiempo, sino también a universos paralelos. Se trata de "puertas cuánticas".

Interlocutor: ¿Moricz pasó por esta puerta dimensional?

Ron Hubbard: Así es.

Interlocutor: ¿Sorpresivamente o directamente la vio y pasó a través de ella?

Ron Hubbard: No, pasó sorpresivamente.

Interlocutor: ¿Es decir que no había nada que hiciera percibir esa puerta?

Ron Hubbard: No, nada.

Interlocutor: ¿Y adonde pasó?

Ron Hubbard: Pasó directamente a un universo paralelo.

Interlocutor: ¿Se trata de una puerta dimensional o una puerta cuántica?

Ron Hubbard: Son términos sinónimos.

Interlocutor: Ahora entiendo. Concretamente, entonces, por un azar del destino, llamémosle así, Juan Moricz pasó a través de una puerta dimensional en forma inesperada y se encontró en uno de los 22 universos paralelos. ¿Es así?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: ¿Este universo al que pasó Moricz tiene alguna particularidad especial o es como todos?

Ron Hubbard: No, no es como todos, es distinto al universo actual en el que vivimos nosotros.

Interlocutor: No entiendo.

Ron Hubbard: En todos los demás universos paralelos hay seres similares a nosotros -al decir "nosotros" me incluyo porque yo también estuve encarnado- pero en el universo al que pasó esta persona no.

Interlocutor: Sigo sin entender. ¿En qué es distinto? ¿No estamos allí también nosotros?

Ron Hubbard: No, no estamos.

Interlocutor: ¿Es decir que este universo sería una excepción?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: ¿Y qué encontró Moricz allí?

Ron Hubbard: Encontró una civilización Neandertal.

Interlocutor: No entiendo por qué usted dice que es distinta a la nuestra, si los Neandertal también formaron parte de nuestro universo.

Ron Hubbard: Los Neandertal y los Cromagnon, de donde descendemos nosotros -reitero que digo "nosotros" porque yo encarné como humano la última vez-, convivimos juntos.

El Homo sapiens sapiens como el Cromagnon están en el planeta Tierra desde hace 100.000 años, y ya se ha dicho que estuvo prácticamente 60.000 años sin ninguna chispa en su decodificador. Encarnaba a un espíritu como yo, pero su decodificador no estaba apto como para transmitir el pensamiento abstracto.

El ser Homo sapiens se alimentaba, tenía relaciones sexuales, hacía sus necesidades, etc., pero no tenía pensamiento abstracto.

Hace 40.000 años atrás es como que algo despertó en él, en su decodificador, y entonces pudo comenzar a transmitir los conceptos del espíritu.

Con el Homo Neandertal de ese otro universo paralelo pasó exactamente lo mismo, convivieron. El Homo Neandertal estuvo hasta 18.000 años atrás, es decir que durante miles de años convivieron juntos el Homo Neandertal y el Homo sapiens.

Incluso el Neandertal tenía una capacidad craneana superior a la del Homo sapiens.
Y te doy la primicia de que en ese otro universo paralelo al que pasó Moricz ya hubo pases en la parte de Canadá.

Interlocutor: No entiendo eso de que hubo "pases".

Ron Hubbard: Hubo un pase, mediante un elemento físico.

Interlocutor: ¿Usted se refiere a un aparato?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: No sabía que habíamos construido un aparato para pasar a un universo paralelo.

Ron Hubbard: Fue al revés.

Interlocutor: ¿Cómo al revés?

Ron Hubbard: Claro, son los seres Neandertal de ese universo paralelo los que pasaron a éste.

Interlocutor: Ahora entendí.

Ron Hubbard: Hubo un científico Neandertal de ese otro universo paralelo que descubrió la forma de pasar a este universo por la zona de Canadá.

Interlocutor: ¿Esto es vox populi entre los científicos?

Ron Hubbard: No, para nada, aún es algo secreto.

Interlocutor: ¿Hay alguna prueba de ello?

Ron Hubbard: Sí, muchas, e incluso le han sacado fotos.

Interlocutor: A ver si entiendo, este científico Neandertal de ese otro universo paralelo pasó al nuestro e hizo contacto con científicos de Canadá. ¿Es así?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: ¿Y esto no lo saben nada más que unos pocos científicos y lo mantienen oculto?

Ron Hubbard: Así es, pero uno de los científicos se lo comentó a un escritor, y éste escritor escribió sobre el tema pero disfrazándolo de una historia de ciencia ficción.

Interlocutor: ¿Es algún escritor conocido, como Artur Clarke o Asimov?

Ron Hubbard: No, no es conocido, aunque ha ganado algunos premios. Se llama Tayler.

Interlocutor: Bien, continúo. Primeramente quiero aclarar algo que me confunde. ¿Ese científico avanzado que logró pasar desde su universo al nuestro convive con los Neandertal?

Ron Hubbard: No convive con los Neandertal, sino que ese científico avanzado es un Neandertal. El homo sapiens había desaparecido en ese otro universo hacía 18.000 años.

Interlocutor: ¿O sea que al contrario de lo que sucedió en el nuestro, en ese universo paralelo evolucionó la raza Neandertal?

Ron Hubbard: Correcto. Incluso los Neandertal de ese universo paralelo tenían un concepto muy pobre del humano: afirmaban que si su frente era tan amplia y su mentón tan estrecho es porque eran vegetarianos, si su boca era tan pequeña se debía a que era idiota y se babeaba.

Interlocutor: ¿Usted se está refiriendo a los humanos de ese otro universo paralelo o del nuestro?

Ron Hubbard: Me estoy refiriendo a los humanos de ese otro universo paralelo. Los científicos Neandertal pensaban eso de los humanos de allí.

Interlocutor: Ahora entiendo.

Ron Hubbard: Y si desapareció hace 18.000 años fue porque su cuerpo era tan endeble que las bestias los exterminaron, y cosas así por el estilo pensaban de ellos.

Interlocutor: Ahora está claro. ¿Crían ganado allí como nosotros?

Ron Hubbard: No solamente crían ganado, sino que también aún hay mamut y mastodontes.

Interlocutor: Es realmente increíble. Estoy pensando en que esos científicos Neandertal tienen que estar muy evolucionados como para llegar a construir aparatos que puedan trasladarse de un universo paralelo a otro.

Ron Hubbard: Así es, hay laboratorios que trabajan para ello.

Interlocutor: ¿Lograron también pasar a otros universos paralelos?

Ron Hubbard: No, por ahora solamente al nuestro.

Interlocutor: Volviendo a Moricz, él penetra en la cueva, pasa sorpresivamente a través de una puerta dimensional ¿y con qué se encuentra? Lo pregunto porque de los relatos de esta persona no se extrae nada concreto.

Ron Hubbard: Fue tanta la sorpresa que su decodificador no aceptó lo que vio y entonces inconscientemente lo rechazó.

Interlocutor: ¿Pero con qué se encontró?

Ron Hubbard: Se encontró con seres neandertalenses.

Interlocutor: ¿Moricz tomó contacto con estos seres?

Ron Hubbard: Así es, y quedó como espantado. Son seres que están vestidos con uniforme, tienen animales, la conformación terrestre también es la misma, con los mismos continentes. La diferencia es que son poquísimos habitantes en comparación con los de nuestro planeta, ya que apenas llegan a los 700 millones.

Interlocutor: ¿También hay diversidad de idiomas como aquí?

Ron Hubbard: No, hablan un solo idioma.

Interlocutor: ¿Viven en el mismo presente que nosotros?

Ron Hubbard: Así es.

Interlocutor: ¿Moricz conversó con ellos?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: ¿De qué forma?

Ron Hubbard: Mediante un pequeño computador. Cada uno de los neandertalenses tiene un computador en su muñeca con varias funciones, entre ellas la de permitir saber, a una especie de central, donde se encuentra cada uno en cada momento y lo que está haciendo. Están siendo permanentemente filmados y por eso en ese universo paralelo no hay crímenes. A ese aparato le llaman "Observador" y es como un implante.

Interlocutor: ¿Similar al que tienen puestos los funcionarios del Área 51?

Ron Hubbard: Algo así.

Interlocutor: ¿Estuvo mucho tiempo Morizc en ese universo paralelo?

Ron Hubbard: Alrededor de 15 días.

Interlocutor: Pero al parecer el no recuerda nada de eso.

Ron Hubbard: Reitero que lo borró de su mente por su incapacidad de confrontarlo. Hubo también un engrama de por medio que le impidió aceptarlo.

Interlocutor: Ya entiendo.

Ron Hubbard: Simplemente pensó que había pasado por una puerta dimensional pero que todas esas cosas las vio como un sueño.

Interlocutor: ¿Es decir que para él no fueron reales?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: Según leí, Moricz trajo de ese universo paralelo una planchas metálicas.

Ron Hubbard: Es así.

Interlocutor: ¿Neil Amstrong, el famoso astronauta, se las llevó? Lo pregunto porque esas planchas desaparecieron.

Ron Hubbard: No, eso no es cierto.

Interlocutor: Se habla de que vino una expedición y se llevó unas misteriosas cajas.

Ron Hubbard: No, eso tampoco es cierto, son habladurías solamente.

Interlocutor: Haciendo una digresión, ¿en ese otro universo paralelo han logrado viajar al espacio como nosotros o más allá aún?

Ron Hubbard: No, eso todavía no lo han logrado. Se dedican más a la física cuántica.

Interlocutor: Esa expedición que mencioné, incluso Neil Amstrong, logró pasar a través de esa puerta dimensional como Moricz?

Ron Hubbard: No, el único que pasó fue Moricz, y como ya dije su decodificador mental se deterioró por la tremenda experiencia negando todo lo que vio.

Interlocutor: ¿Dónde están esas planchas metálicas? Lo pregunto porque al parecer desaparecieron.

Ron Hubbard: Se los llevaron los Hombres de negro al Área 51, para variar.

Interlocutor: ¿Le encontraron alguna utilidad a estas chapas?

Ron Hubbard: No, ninguna.

Interlocutor: Según leí, los indígenas de la zona de la Cueva de los Tayos estaban muy enojados con una supuestas cajas con reliquias o algo así que se llevó Neil Amstron o la expedición que mencione, no recuerdo bien.

Ron Hubbard: No, no hubo nada de eso. Reitero que son habladurías.

Interlocutor: ¿Y el famoso escritor Erich Von Däniken?

Ron Hubbard: Es uno de los escritores más fantasiosos del Siglo XX.

Interlocutor: ¿Inventó todo, entonces?

Ron Hubbard: Así es.

Interlocutor: ¡Vaya con la noticia! ¿Y Neil Amstrong, qué declaró a los medios de prensa, después de haber estado tres días en la Cueva de los Tayos, que su visita al mundo subterráneo había superado su vivencia en la Luna?

Ron Hubbard: No es cierto, son fantasías, no las tengas en cuenta para nada.

Interlocutor: Concretamente, entonces, sólo Moricz pasó a través de la puerta dimensional, estuvo dos semanas en ese otro mundo paralelo conviviendo con los científicos Neandertal, su mente lo rechazó, y nadie más pasó a través de ella, Neil Amstrong y la expedición no encontraron nada de valor en la cueva, las chapas metálicas las robaron los Hombres de negro, y Erich von Däniken inventó todo para vender libros. ¿Es así?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: ¿Y las cuatro cajas de madera que contenían?

Ron Hubbard: Nada que perteneciera a ese otro universo paralelo.

Interlocutor: Creo que este asunto está aclarado. ¿Habría algo más para aclarar?

Ron Hubbard: No, salvo decir que los científicos de Canadá estaban en un laboratorio instalado en una cueva muy profunda haciendo experimentos con el agua pesada y se encontraron con los científicos Neandertal del otro universo. Este hecho lo conocen muy pocos.

Interlocutor: ¿Qué tipo de laboratorio es el que usted menciona?

Ron Hubbard: Es uno de los más conocidos de Canadá que experimenta con el agua pesada.

Interlocutor: ¿Siguen en contacto?

Ron Hubbard: No, en este momento el paralaje está cerrado, pero estuvo abierto alrededor de 15 días.

Interlocutor: ¿Ese paralaje solamente lo pueden abrir desde ese otro universo paralelo o también del nuestro?

Ron Hubbard: No solamente desde ese otro universo paralelo, porque aquí aún no tienen el conocimiento necesario para hacerlo.

Interlocutor: ¿Creen en Dios, por ejemplo?

Ron Hubbard: No, para nada, incluso se asombran de que aquí tengamos crímenes, que haya guerras, que no tengamos "observadores".

Interlocutor: ¿Usted se refiere al aparatito de control?

Ron Hubbard: Así es. Tienen un concepto muy pobre de nosotros, los seres humanos, porque al tener tantas creencias, y más aún en un "Dios castigador", vivimos completamente acomplejados. En cambio ellos, los neandertalenses, no tienen complejos de culpa, ni crímenes, ni guerras, ni traumas, ni engramas, porque al tener el aparatito "observador" están filmados las 24 horas.

Interlocutor: Bueno, yo no sé si podría soportar estar permanentemente vigilado como si estuviera en una cárcel. Eso cortaría de alguna manera mi libre albedrío.

Ron Hubbard: Eso mismo es lo que le dijo el científico terrestre al científico neandertal, pero éste le respondió que era preferible el sistema de ellos porque de esta manera no tenían crímenes y que a pesar de haber 700 millones de habitantes no tienen ningún muerto salvo por vejez o cáncer.

Interlocutor: El argumento es muy consistente.

Ron Hubbard: Y uno de los de los científicos terrestres pidió divulgar la experiencia, a lo que le respondieron: "Hazlo, total nadie te va a creer".

Interlocutor: ¿Volverán a contactarse o ya nunca lo harán?

Ron Hubbard: De lo poco que pude extractar del Thetán del científico Neandertal cuando estuvo aquí es que la idea es volverse a contactar.

Interlocutor: ¿Solamente Moricz pasó a un universo paralelo?

Ron Hubbard: No, en la Tierra hubo otros seres humanos también.

Interlocutor: ¿Pero siempre por casualidad?

Ron Hubbard: Así es.

Interlocutor: ¿Un terrestre puede ser llevado a otro universo paralelo por alguien que viniera desde ese otro universo paralelo al nuestro?

Ron Hubbard: Sí, por supuesto, no hay ningún tipo de problema.

Interlocutor: ¿En el Área 51 llegaron a pasar a otro universo paralelo? Lo pregunto en razón de que allí hay también extraterrestres.

Ron Hubbard: No, aún no.

Interlocutor: Bueno, doy por terminado el tema.


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