La adversidad no es obstáculo

Por Vivian Campos

  “La resiliencia es una capacidad que se manifiesta frente a la adversidad, estableciendo una actitud vital positiva pese a circunstancias difíciles”

    

Ese día desperté muy angustiada, abrí los ojos para saludar a quien había estado más de 15 años a mi lado, pero la vocecita de mi hijo me hizo reaccionar: Mamá, ¿Qué nos darás hoy de desayuno?; lo miré boque abierta con deseos de decirle, hoy no, no tengo deseos de levantarme, mi mente estaba en otro mundo, cuando aún disfrutaba de la compañía de mi esposo……….

Recuerdo, era un día de primavera hermoso, habíamos preparado las cosas para irnos de paseo al campo. La casa que visitamos pertenecía al hermano mayor de mi esposo, siempre la mantenía tan hermosa,  con unos jardines de ensueño, una cadena de flores rojas dibujan a perfección la entrada de la casa, en el camino  una cantidad de árboles frondosos que cautivaban hasta al más desorientado de los hombres.  Todo estaba ya listo para disfrutar del asadito del día domingo, buena música, ensaladas de todos los gustos, buen vino, unos postres preparados por la dueña de casa que eran la envidia del sector. 

 

 A nuestro pesar, ya  comenzaba a oscurecer y el camino de regreso a casa era largo, nos despedimos muy alegres de toda la familia, saludos por aquí y por allá. Mientras mi esposo conducía, yo y los niños tratábamos de entonar melodías que escuchamos de la emisora del automóvil  para no quedarnos dormidos, habíamos tenido una tarde entretenida, lejos del ruido de la ciudad, lejos de la contaminación ambiental, regresar a casa, era una realidad, pero también  era nuestro entorno, lo que habíamos construido como familia.

Cuando llegó la noche, sentí un golpe fuerte en el baño, pensé que uno de los niños se había caído, después creí que una de mis plantas que colgaba de una de las ventanitas del baño, había terminado por sucumbir y se había ido de golpe al suelo, pero no era nada de eso. Mi marido, había tenido un fuerte ataque cardiaco que lo dejó sin respiración ni movimiento alguno en el piso, nada podíamos hacer, esa  noche, nuestra vida tuvo un giro inesperado.

¿Mamá, al final que me darás de desayunar?, me vuelve a preguntar uno de mis hijos de siete años, sacándome de mis pensamientos. Mientras camino a la cocina mi mirada pasa por un calendario gigante que tengo puesto a la salidita del baño, me doy cuenta que ya ha transcurrido un año y medio desde que debí hacerme cargo de mi hogar.  Tuve solamente un mes para reponerme y tener un duelo interno,  la vida para mis hijos debía continuar igual o mejor en ausencia de su padre. El me dejó una empresa de Artículos de Aseo Industrial, la cual debió seguir produciendo y dando trabajo a cinco personas más que dependían de esa entrada económica. Debí contener a mis hijos por varios meses,  enseñarles a vivir con las cosas simples de la vida, disfrutar de una buena película, cocinar postres ricos como los de mi cuñada, realizar labores domesticas en equipo,  debí también darme la oportunidad de conocer a otras personas, distraerme con mis amigos y amigas.

Cuántas veces nos vemos enfrentados a problemas que nos llevan a tener un cambio radical en nuestras vidas, cómo somos capaces de sobrellevarlas y continuar caminando. Ciertamente, tener la capacidad de resiliencia,  de volver a comenzar  cuantas veces sea necesario,  es una tarea difícil, pero no imposible,  menos cuando hay otras personitas que dependen de nuestra salud emocional para conducirlos por la vida.

Si te sientes reflejado con mis palabras y eres un ser con la capacidad de recomenzar y hacerle frente a la vida, felicitaciones, yo también lo logré.

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